Viajar a la Selva Negra con niños es todo un acierto. Esta región de Alemania tiene bosques frondosos, cascadas, rutas de senderismo, relojes de cuco y pueblos de cuento que lo convierten en un destino perfecto para viajar en familia.
¿Tienes dudas sobre si se puede ir con carrito de bebé por los sitios más bonitos de la Selva Negra? ¿Hay rutas de senderismo aptas para ir con niños? ¿Los restaurantes tienen tronas y cambiadores? ¿Qué planes son los más recomendables?
Nosotros hicimos la ruta por la Selva Negra con nuestras hijas de 2 años y 2 meses respectivamente. En total estuvimos 15 días, así que he recopilado todos mis aprendizajes para que te sea más sencillo organizar tu viaje por la Selva Negra con niños. ¡Vamos a ello!
¿Quieres conocer los pueblos más bonitos de la Selva Negra en coche?
Selva Negra con niños: preparativos
1. Comprueba que tienes toda la documentación en vigor. Puede que te parezca una obviedad, pero conozco muchos casos de familias que han tenido problemas porque se dieron cuenta en el aeropuerto de que el DNI o pasaporte de su hijo/a estaba caducado. No cuesta nada revisarlo y te ahorras un gran disgusto.
2. Lleva un botiquín con los medicamentos básicos. En la Selva Negra (y Alemania en general) no vas a tener ningún problema para encontrar farmacias. Aun así, a mí me da mucha tranquilidad llevar conmigo algunos medicamentos como el paracetamol por si mis hijas tienen un pico de fiebre inesperado.
3. Viaja con seguro siempre. La Tarjeta Sanitaria Europea te da derecho a recibir asistencia médica en las mismas condiciones que los habitantes de Alemania. Esto quiere decir que si hay copago, tú también tendrás que pagar de tu bolsillo una parte de los gastos.
Nosotros estábamos en Feldberg y tuvimos que ir a Urgencias Pediátricas y no te imaginas lo que me alegré de viajar con el seguro de Mondo. Les escribí por el chat, me dijeron rápidamente el hospital al que tenía que ir (mi nivel de alemán es muy básico) y cuando llegamos al hospital de Friburgo, ya les había informado Mondo de nuestra situación (por suerte, quedó todo en un susto).
Viajando con niños nosotros también añadimos siempre el seguro de cancelación por si tuviéramos que anular el viaje por alguna causa de fuerza mayor. Además, recuerda que tienes un 15% de descuento para familias y un 5% de descuento adicional por leer La Vida son Dos Viajes reservando tu seguro aquí.
4. Compara los precios de los vuelos. La buena noticia es que hay muchos aeropuertos cerca de la Selva Negra. Algunos de los más populares son el de Basilea, el de Estrasburgo y el de Karlsruhe/ Baden-Baden, pero te recomiendo comparar precios y escoger la opción que más te interese.
5. Elige bien dónde dormir en la Selva Negra. Tendría que saber tu ruta exacta para acertar en la ubicación de tus alojamientos, pero a priori te diría que duermas en dos ubicaciones diferentes (una al norte y otra al sur de la Selva Negra).
Nosotros estuvimos muy a gusto en este apartamento cerca de Baden-Baden, que además tiene un restaurante propio abajo. En Friburgo te recomiendo este apartamento moderno y céntrico y también puedes hacer alguna noche intermedia en Gengenbach (mi pueblo favorito de la Selva Negra).
6. Muévete en coche de alquiler. La Selva Negra es un destino de naturaleza y conducir por esas carreteras rodeadas de bosques verdes es un auténtico regalo. Además, una de las ventajas de alquilar coche en la Selva Negra es que tendrás libertad total para parar cuando quieras y no tendrás que seguir unos horarios concretos.
Nosotros esta vez hicimos un road trip por Alsacia y la Selva Negra desde Madrid. Estábamos de baja por el nacimiento de Daniela, así que juntamos un mes entero para recorrer ambas zonas sin prisas. Pero lo más práctico es llegar en avión y alquilar el coche en Auto Europe para moverte por tu cuenta. Llevo muchos años utilizando Auto Europe y funciona fenomenal.
7. Combina el carrito y la mochila de porteo. Nosotros en Baden-Baden, Friburgo y Triberg utilizamos el carrito, pero por lo general llevábamos la mochila de porteo para nuestras dos hijas. Al ser un destino de naturaleza, es mucho más cómodo.
Pero si tu hijo/a no quiere la mochila, no te preocupes porque la mayoría de los pueblos y senderos, como el de Bad Wildbad, se pueden hacer con carrito perfectamente.
8. Dedícale días suficientes a la Selva Negra. Muchas personas combinan Alsacia con la Selva Negra para ver un poco de cada región. Es buena idea para tener una primera toma de contacto, pero yo te recomiendo pasar 7 o incluso 10 días en la Selva Negra.
Hay muchísimos sitios que ver y es un destino que se presta a hacer los planes sin prisas. Además, como vas a viajar a la Selva Negra con niños, lleva el slow travel por bandera. ¡Vais a disfrutar el doble!
9. La comida típica está muy rica. Olivia tenía 2 años y su plato estrella fue el Flammkuchen, una especie de pizza con cebolla, panceta y nata fresca que está para chuparse los dedos. También hay Schnitzel, Käse Spätzle (pasta con queso), Pfännle (una sartén con carne, patatas y verduras) y los típicos bretzel. Si tu hijo/a toma dulce, seguro que le gustará probar la tarta de la Selva Negra.
10. Comprueba los horarios en las páginas oficiales. Esto es especialmente importante si viajas a la Selva Negra en invierno, ya que muchos parques temáticos, toboganes, museos al aire libre e incluso rutas de senderismo cierran en esa época. Tenlo en cuenta para no darte el paseo en balde.
11. La Selva Negra es un gran destino familiar. Alemania en general es un país donde los niños son recibidos con los brazos abiertos. Veníamos de recorrer Alsacia en familia y, aunque las comparaciones son odiosas, la Selva Negra nos pareció un destino mucho más sencillo.
Los restaurantes son más amplios (con trona y cambiadores por lo general) y esta región alemana está mucho menos masificada. Además, pasar los días entre bosques, lagos, relojes de cuco y pueblos de cuento es algo que suele gustar a los más pequeños de la casa. ¡Estoy segura de que vais a quedaros con ganas de más!
Qué ver en la Selva Negra con niños
Cascadas más bonitas de la Selva Negra
Un plan que no debe faltar en tu ruta por la Selva Negra con niños es ver cascadas. Como hay muchísimas opciones y algunos senderos son más exigentes que otros, yo empezaría por las cascadas de Todtnau y Triberg.
- Cascada de Todtnau: si solo vas a ir a una cascada, te recomiendo sin ninguna duda la de Todtnau, que mide 97 metros de altura. Es una de las cascadas naturales más bonitas de Alemania y, además, desde el aparcamiento solo tienes que andar 15 minutos para llegar. Puedes entrar gratis a la cascada de Todtnau, aunque yo te recomiendo pagar la entrada al puente peatonal. ¡Las vistas son maravillosas!
- Cascada de Triberg: es una de las más altas de Alemania y tienen 163 metros de caída. Eso sí, no esperes ver un salto de agua inmenso, ya que en realidad son 7 caídas de agua. Desde la entrada principal que da al pueblo de Triberg se llega en pocos minutos a la cascada y después puedes animarte a hacer diferentes rutas de senderismo (la roja y la amarilla se pueden hacer con carrito de bebé). Hay una entrada familiar con un precio reducido y los menores de 6 años entran gratis.
Friburgo de Brisgovia y sus riachuelos
Friburgo tiene un ambiente universitario que me fascinó y, cuando hace bueno, sus terrazas están repletas de gente tomando algo. Es una de las ciudades más bonitas de la Selva Negra, así que no te la pierdas. Seguro que tu hijo/a disfruta con los riachuelos que hay por el casco antiguo.
Alguno de los sitios más impresionantes de Friburgo son su catedral gótica, la Puerta de los Suabos, el Münstermarkt, la Pequeña Venecia y la calle Konviktstraße.
Museos para niños en Baden-Baden
Baden-Baden es famosa por sus balnearios y por su casino, al que puedes entrar con una visita guiada. Aparte de pasear por el centro (la avenida Lichtentaler Allee y la calle Lange Straße son una preciosidad), puedes aprovechar para visitar alguno de sus museos para niños.
Una de las mejores opciones para mi gusto es Toccarion, un museo interactivo sobre música en la antigua estación de tren del Festspielhaus Baden-Baden. Yo me quedé con ganas de entrar porque es para niños a partir de 5 años.
También te recomiendo el Mundo en miniatura de Sima’s Café (las maquetas están muy logradas) y la Biblioteca Pública para niños de Baden-Baden. Esta última es un buen plan, llueva o no, pero ojo porque cierra los domingos y lunes.
Lago Schluchsee y otros lagos de la Selva Negra
Uno de los lagos más recomendables si vas a viajar a la Selva Negra con niños es Schluchsee. Es el lago más grande de la Selva Negra y está menos masificado que su vecino Titisee.
Puedes alquilar barcas a pedales, dar un paseo en barco, nadar en el agua fresca o disfrutar del parque acuático Aqua Fun Schluchsee. Tiene una piscina climatizada al aire libre, toboganes y todo tipo de actividades acuáticas que son el paraíso de los niños.
Además, nosotros visitamos Titisee y nos gustó, aunque es más turístico. Allí dimos un paseo en barco muy agradable y también puedes subir a una noria, dar un paseo alrededor del lago y alquilar barcas para navegar por el lago.
También estuvimos en el lago Mummelsee, que es muy pequeño y se puede rodear a pie en 30 minutos. Allí lo más impresionante es subir al restaurante Grinde-Hütte, donde puedes probar comida típica con unas vistas de película. Pero, en conjunto, me quedo con el lago Schluchsee.
Museo al aire libre de Vogtsbauernhof
¿Hay algo que guste más a los niños que la naturaleza y los animales? Como imagino que opinas igual que yo, te propongo visitar el museo al aire libre de Vogtsbauernhof.
En el recorrido verás cómo vivían las personas en la Selva Negra hace 600 años. Hay casas típicas, molinos, aserraderos, granjas con animales, una sala con juguetes antiguos… Allí tu hijo/a podrá corretear a gusto en plena naturaleza, entrar y salir de las diferentes cabañas e incluso ordeñar una vaca de mentira.
Hasenhorn Rodelbahn, el mejor tobogán para niños en la Selva Negra
¿Qué te parecería bajar por un tobogán alpino controlando la velocidad a la que vas? A mí me parece un plan muy divertido y el entorno en pleno bosque de la Selva Negra es espectacular.
Hay varios toboganes de este tipo en esta región de Alemania, así que tendrás que elegir. Yo te recomiendo el de Hasenhorn Rodelbahn porque mide 2,9 kilómetros y puedes volver al punto de partida en un telesilla doble. Otra opción es el Sommerrodelbahn Gutach, aunque el recorrido es más corto (1,1 km).
En cualquiera de los dos casos, debes saber que solo abren en temporada de verano o cuando hace bueno y que solo pueden subir los niños mayores de 3 años. Si tu hijo/a tiene 8 años, podrá conducir el trineo sin acompañante. Lo único malo es que normalmente quieren repetir y repetir (por suerte hay packs de varios viajes para no arruinarse).
Ver relojes de cuco
Una de las cosas que más disfrutó mi hija mayor (la pequeña tenía solo 2 meses) fueron los relojes de cuco. Los fabrican de manera artesanal en la Selva Negra y son una auténtica obra de arte. A los niños (y no tan niños) nos encanta verlos en funcionamiento.
Estos son algunos de los relojes de cuco más bonitos de la Selva Negra:
- Eble Uhren-Park GmbH: es el reloj de cuco más grande del mundo y se puede ver gratis.
- Erste weltgrößte Kuckucksuhr: hay que pagar 2 € para verlo en funcionamiento, pero merece la pena porque también es enorme.
- Niederwasser (Hornberg): echas una moneda de 1 € y lo puedes ver en funcionamiento. Es precioso y además se aparca fácil justo enfrente.
- Cuckoo Clock (Kuckucksuhr): otro reloj de cuco maravilloso en Höllsteig (Breitnau).
Como te puedes imaginar, hay un montón de tiendas donde venden relojes de cuco (algunos a precio de oro). Nosotros entramos en House of 1000 Clocks, que es una de las tiendas más famosas, pero no me parece el mejor plan en la Selva Negra con niños.
Los pasillos de la tienda son estrechos y los relojes de cuco son muy frágiles (y un imán para que los niños los quieran tocar todos). En este caso, creo que es mejor entrar por turnos si los niños son pequeños.
Bad Wildbad, el mejor paseo entre las copas de los árboles
Vamos con uno de los planes que más disfrutamos en nuestra ruta por la Selva Negra en familia. El sitio en cuestión está en Bad Wildbad y tiene un nombre impronunciable (Baumwipfelpfad Schwarzwald), pero es una pasada. Además, se puede ir con carrito sin problema.
Es una ruta de senderismo en la que vas caminando entre las copas de los árboles por pasarelas de madera. Los niños tienen el aliciente de ver el paisaje desde las alturas. Además, al final del camino hay una torre de observación a la que puedes subir andando y bajar en un tobogán de 55 metros de longitud.
Si te quedas con ganas de más, toma nota del bosque de aventuras de Sommerberg. Previo pago, hay un trampolín gigante, columpios de madera, toboganes, zonas de escalada… También puedes continuar el camino hasta el WildLine Hängebrücke, un puente colgante peatonal de casi 400 metros de longitud. ¡Pura aventura!
Badeparadies Schwarzwald
Aunque en Baden-Baden hay balnearios muy famosos, yo personalmente me decantaría por Badeparadies Schwarzwald en tu viaje a la Selva Negra con niños. Se encuentra junto al lago Titisee y lo mejor de todo es que puedes ir con niños pequeños e incluso con bebés.
Por ejemplo, en el Oasis de Palmeras no hay restricciones de edad los sábados y domingos y la Galaxia Selva Negra es perfecta para soltar adrenalina. ¡Hay 23 toboganes y una piscina de olas!
Castillo de Staufenberg y otras fortalezas recomendables
El Castillo de Staufenberg se construyó en el siglo XI y merece mucho la pena. No esperes un castillo en el que vas visitando las diferentes habitaciones. En realidad, ahora es un restaurante con unas vistas privilegiadas de la Selva Negra. ¡Allí te darás cuenta de la cantidad de viñedos que hay en la zona!
Si quieres ver una fortaleza por dentro, sin ninguna duda te recomiendo el Castillo de Hohenzollern. Técnicamente no se encuentra dentro de la Selva Negra, pero está a 1 hora en coche de Friburgo, Triberg y Schiltach.
Fue la sede de los reyes de Prusia y los príncipes de Hohenzollern y cuenta con la friolera de 140 habitaciones (no te preocupes que no se visitan todas 😉).
Freudenstadt y su inmensa plaza del mercado
Vamos ahora con una de las ciudades más agradables de la Selva Negra. No es la más monumental de las que vi, pero a mí me gustó ver la que dicen es la plaza del mercado más grande de Alemania.
Hay terrazas bajo los soportales, edificios históricos y una iglesia evangélica con dos torres simétricas. Si viajas en verano, seguro que tu hijo/a se lo pasa en grande en los chorros de agua y en el parque infantil, que tiene incluso poleas. ¡No te garantizo que salga igual de limpio de lo que entró!
Gengenbach y otros pueblos de cuento
No puedo ser muy objetiva con Gengenbach porque es mi pueblo favorito de la Selva Negra. De hecho, allí se rodaron varias escenas de la película Charlie y la fábrica de chocolate.
Es el típico pueblo de cuento con casas con entramado de madera. Es muy agradable pasear por sus calles (mejor sin carrito porque son adoquinadas).
No te pierdas la torre Kinzigtor, la Iglesia de Sankt Marien, la calle Engelgasse y el Palacio Löwenberg. Y si viajas a Gengenbach en Navidad, vas a alucinar con el calendario de Adviento que proyectan sobre la fachada del ayuntamiento.
Otros pueblos que merecen mucho la pena son Schiltach, Calw y Wolfach (por ese orden para mi gusto).
Sasbachwalden
Fui con las expectativas muy altas porque había leído que Sasbachwalden era el pueblo más bonito de la Selva Negra. A mí el pueblo en sí no es el que más me impresionó, pero sí me pareció increíble su entorno rodeado de viñedos.
Nosotros vimos caballos y vacas en los prados, así que estuvimos un buen rato mirándolos. También son curiosas las casetas de madera en las que venden productos locales, como fruta. Lo curioso es que tienes que dejar el dinero sobre una bandeja y nadie te vigila que realmente vayas a pagar. ¡Ojalá pudiéramos ver este nivel de confianza en otros países!
Rutas de senderismo con niños
La Selva Negra es un destino de naturaleza y, como tal, tiene rutas de senderismo para todos los gustos y niveles de dificultad. En los alrededores de Baden-Baden hay varias rutas sencillas, como el sendero circular «Wildgehege«. De hecho, puedes aprovechar para subir en el funicular Merkurbergbahn, que es el más largo de Alemania.
Aunque si tuviera que quedarme con una ruta senderista, probablemente sería el Sendero del Bosque Mágico (Zauberwaldpfad). El recorrido son 2,5 km y pasa por bosques y prados cubiertos de musgos y helechos. También hay pequeños riachuelos y se puede hacer con carrito de bebé.
Lo curioso es que por el camino hay zonas de juego, cabañas, puentes, figuras de setas, monjes y animales, una rueda hidráulica… ¡Es un sendero súper entretenido! Eso sí, te recomiendo consultar su página oficial, ya que hay momentos del año en los que cierran (normalmente en invierno).
Feldberg
En Feldberg está la montaña más alta de la Selva Negra. Allí pasamos nosotros un par de días en verano caminando por el bosque. El sendero “The Little Folk’s Trail” es muy agradable y también puedes subir al teleférico Feldbergbahn para disfrutar de unas vistas de vértigo. ¡La Selva Negra es puro verde!
Y si viajas en invierno, prepárate para disfrutar de la nieve. Nosotros veíamos los remontes desde nuestra habitación, así que no descarto volver para esquiar.
Europa-Park
¿Sabías que el Europa-Park es uno de los parques temáticos más grandes de Europa? Se encuentra en Rust, muy cerca de Friburgo, y cuenta con la friolera de más de 100 atracciones. Vamos, que necesitarías varios días para subir en todas. Hay atracciones con loopings, pero también otras más suaves para los más pequeños.
Mirador Ellbachseeblick
En la Selva Negra hay muchos miradores y torres de observación, pero no todos son fácilmente accesibles. A mí me gustó mucho el mirador Ellbachseeblick y el camino desde el aparcamiento es muy sencillo. Las vistas desde la plataforma de los bosques verdes son un regalo. Si te apetece dedicarle un poco más de tiempo a esta zona, puedes bajar al lago. El único inconveniente es que la subida es un poco exigente, aunque luego muchas veces los niños nos sorprenden (solo hay que darles la oportunidad de intentarlo).
Parque con todos tus sentidos
Por último, quiero hablarte de un sitio muy original para tu ruta por la Selva Negra con niños. Se trata del ‘Parque con todos tus sentidos’ (Park mit allen Sinnen) en Gutach. Es un sendero de 2 km por la naturaleza, pero lo mejor es que está centrado en poner a prueba los cinco sentidos.
Se pueden oler diferentes aromas, hay varias estaciones táctiles, una terraza musical y un montón de caminos con diferentes superficies para caminar descalzos. Y no te preocupes por las garrapatas porque no vas a caminar por maleza.
Mapa con los planes que hacer en la Selva Negra en familia
En el siguiente mapa he marcado todos los planes que te recomiendo para tu ruta por la Selva Negra. También he añadido los alojamientos que más me gustan en Friburgo, Baden-Baden y Gengenbach con su respectivo enlace a Booking por si quieres echarles un vistazo.
Preguntas frecuentes sobre viajar a la Selva Negra con niños
¿A qué aeropuerto volar para visitar la Selva Negra?
Si quieres visitar la Selva Negra, puedes volar a los aeropuertos de Basilea, Estrasburgo, Frankfurt, Karlsruhe / Baden-Baden, Stuttgart, Zúrich e incluso Múnich. Compara los precios de los vuelos y reserva la opción que más se adapte a tu itinerario y presupuesto.
¿Cómo moverse por la Selva Negra en familia?
La mejor forma de moverse por la Selva Negra con niños (y sin ellos) es en coche de alquiler. Así podrás hacer el viaje a tu ritmo sin depender de los horarios de los autobuses y trenes que conectan las zonas más turísticas de la región.
¿Dónde dormir en la Selva Negra con niños?
Te recomiendo elegir tu alojamiento en dos ubicaciones diferentes para no hacer kilómetros de más en la carretera. Una buena opción es alojarte varias noches en este apartamento cerca de Baden-Baden y pasar el resto de días en este apartamento moderno de Friburgo. Si tienes más tiempo, puedes valorar dormir en pueblos de cuento como Gengenbach o alojarte junto al lago Titisee.
¿Cuántos días se necesitan para visitar la Selva Negra?
Te recomiendo dedicarle un mínimo de 5 días a la Selva Negra para conocer los lugares más imprescindibles de la región. No obstante, lo ideal es pasar 7 o 10 días para hacer una ruta más completa.
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