La Selva Negra es uno de los destinos más increíbles de Alemania por sus bosques verdes, sus pueblos de cuento, sus cascadas y sus relojes de cuco. En esta guía voy a contarte qué ver en la Selva Negra por libre para que disfrutes del viaje tanto como lo hice yo.
Antes de contarte en detalle todos mis imprescindibles de la ruta por la Selva Negra, voy a darte varios consejos para que tu escapada vaya sobre ruedas. ¡Comenzamos!
Consejos para visitar la Selva Negra
Cómo llegar a la Selva Negra
La forma más común de llegar a la Selva Negra es en avión. Puedes elegir entre los aeropuertos de Basilea, Estrasburgo, Karlsruhe-Baden-Baden, Frankfurt, Stuttgart y Zúrich. Como siempre, lo mejor es comparar los precios de los vuelos y elegir la opción que más te interese.
Nosotros en este viaje estábamos de baja por el nacimiento de Daniela y aprovechamos para hacer una ruta en coche desde Madrid hasta Alsacia y la Selva Negra. No es el itinerario más habitual, pero si tienes tiempo suficiente, ¡es súper recomendable!
Cómo moverse por la Selva Negra
El coche de alquiler es el mejor transporte en mi opinión para recorrer la Selva Negra. Como te decía, esta vez fuimos en nuestro coche desde Madrid, pero normalmente lo alquilamos en Auto Europe.
He reservado muchas veces con esta empresa y nunca he tenido ningún problema. Yo siempre añado el seguro a todo riesgo (Super Cover) y funciona genial.
Si prefieres moverte en transporte público, echa un vistazo a la tarjeta KONUS. Es una buena forma de viajar gratis en tren y autobús por la Selva Negra, aunque se pierde bastante tiempo en los desplazamientos.
Seguro de viaje para viajar a la Selva Negra
Quizás piensas que viajando por Europa no te hace falta el seguro de viaje. Teniendo la Tarjeta Sanitaria Europea puedes recibir asistencia sanitaria en Alemania, pero en las mismas condiciones que sus habitantes. Es decir, si hay copago, tendrás que pagar de tu bolsillo una parte del coste total.
Nosotros tuvimos que utilizar el seguro de viajes en la Selva Negra. Nos pilló en Feldberg en medio de la montaña. Solo tuvimos que escribir a Mondo por el chat y rápidamente nos dijeron el hospital más cercano con Urgencias Pediátricas.
Por suerte, no fue nada grave, y cuando llegamos vimos que Mondo ya les había contactado para ponerles sobre aviso. Hoy en día los seguros de viaje son económicos y además tienes un 5 % de descuento directo por leer La Vida Son Dos Viajes. Yo no escatimaría en este punto.
Dónde dormir en la Selva Negra
Esta fue una de mis grandes dudas, así que he recopilado las mejores zonas donde dormir en la Selva Negra para que aciertes. Y digo esto porque si volviera a esta región de Alemania, cambiaría alguno de los alojamientos donde me quedé.
Yo te recomiendo pasar varias noches en este hotel con vistas a la Catedral de Friburgo y alojarte el resto del viaje en un alojamiento en Baden-Baden como este. Así tendrás dos campamentos base para recorrer las zonas norte y sur de la Selva Negra.
Gastronomía típica de la Selva Negra
Estoy segura de que lo primero que se te viene a la cabeza es la famosa tarta de la Selva Negra. ¿Me equivoco? Una de las que más me gustó fue la del Café Birnbräuer en Gengenbach. La encontrarás con el nombre de Schwarzwälder Kirschtorte. Había leído que la mejor tarta era la del Cafe Schäfer de Triberg porque siguen haciendo la receta original, pero cuando nosotros estuvimos ponía en Google que estaba cerrada permanentemente.
Otros platos típicos que te recomiendo probar son el Flammkuchen (una especie de pizza), la pasta Käse Spätzle, el Pfännle y los raviolis Maultaschen.
También verás los típicos bretzel y muchos mercados con productos orgánicos locales. A mí me encantó Naturpark Marktscheune, que tiene un mercado de agricultores y un restaurante donde se come fenomenal.
¿Cuántos días se necesitan para visitar la Selva Negra?
Yo le dedicaría un mínimo de 5 días, aunque si tienes 7 o 10 días podrás explorar la región con mucha más calma.
La Selva Negra es un destino de naturaleza, pueblos con encanto, relojes de cuco y rutas senderistas con cascadas y lagos maravillosos.
Hay viajeros que le dedican solo 2 o 3 días combinando la ruta con Alsacia, pero en mi opinión se queda corto. En la Selva Negra no solo hay sitios que ver, sino que el propio paisaje mientras conduces es una pasada.
Y ahora sí, vamos con mis imprescindibles que ver en la Selva Negra. Recuerda que al final del post te dejo un mapa con todos los lugares más recomendables.
Qué ver en la Selva Negra
Friburgo de Brisgovia, la ciudad más bonita que ver en la Selva Negra
Si tuviera que quedarme con una sola ciudad de la Selva Negra, sin duda sería Friburgo de Brisgovia (ojo con confundirla con la Friburgo de Suiza).
En Friburgo me llamó la atención la cantidad de riachuelos que hay por el centro histórico. Antiguamente servían para abastecer de agua potable a sus habitantes y dicen que si te tropiezas y metes un pie en el agua, te casarás con un/a friburgués/a.
A mí me encantó su ambiente universitario, sus calles empedradas, las casas de colores y que es una ciudad muy ecológica. Nosotros pedimos un café para llevar y nos dijeron que si devolvíamos el vaso en cualquier cafetería, nos daban 1 € (lógicamente, lo hicimos 😉).
Algunos de los sitios imprescindibles que te enseñan en el free tour por Friburgo son:
- Catedral de Friburgo: es una auténtica pasada y las vistas desde su campanario merecen cada euro invertido.
- Münstermarkt, el mercado de la Catedral de Friburgo.
- Puerta de los Suabos y Puerta de San Martín.
- Calle Konviktstraße.
- Almacén Histórico.
- Pequeña Venecia.
- Casa de la Ballena.
- Antiguo Ayuntamiento y Nuevo Ayuntamiento.
- Museo Augustinermuseum.
- Vistas panorámicas desde el Monte del Palacio (Schlossberg).
➡️ Friburgo es una de las mejores ciudades donde alojarse en la Selva Negra. Echa un vistazo al Hotel Rappen am Münsterplatz porque tiene vistas a la catedral y las habitaciones son muy amplias.
Cascadas de Triberg
Las cascadas de Triberg son probablemente las más famosas de la Selva Negra. Tienen 163 metros de caída, así que presumen de ser unas de las más altas de Alemania.
Aparte de ver las siete caídas de agua del río Gutach, te recomiendo hacer alguna de las rutas de senderismo para disfrutar de este entorno natural (no te preocupes que están bien indicadas).
Nosotros entramos por la entrada principal, a la que se llega muy fácilmente andando desde el centro del pueblo de Triberg, aunque hay otras cuatro entradas por si prefieres ver las cascadas desde otros puntos. Yo las vi en verano y me parecieron bonitas, pero seguro que son todavía más espectaculares si viajas en primavera o en época de lluvias.
Si entras por la entrada principal, tendrás que andar muy poco para llegar a la cascada. De hecho, vimos a bastantes viajeros quejándose del precio de la entrada por este motivo. Pero ya te digo que puedes aprovechar para hacer alguno de los trails. Y si viajas a la Selva Negra con niños, los menores de 6 años entran gratis.
Gengenbach, un pueblo de cuento imprescindible en la Selva Negra
Gengenbach es uno de los pueblos más bonitos que ver en la Selva Negra y estoy segura de que no pararás de hacer fotos. De hecho, allí se rodaron algunas escenas de la película Charlie y la fábrica de chocolate.
Sus casas con entramado de madera, la torre Kinzigtor, la Iglesia de Sankt Marien, el Palacio Löwenberg, la calle Engelgasse y el Ayuntamiento de Gengenbach son algunos de los sitios que no te puedes perder.
Si viajas a Gengenbach en Navidad, vas a alucinar con su calendario de Adviento. Es el más grande del mundo y lo proyectan sobre la fachada del ayuntamiento. Si tu escapada no coincide con los días que van abriendo cada una de las ventanas, no te preocupes porque dejan el calendario completo hasta el 6 de enero.
➡️ ¿Te apetece dormir en un pueblo de cuento sin grandes masificaciones? Yo hubiera sustituido las noches que pasé en Triberg por este alojamiento en Gengenbach sin ninguna duda.
Schiltach
Si te gustan las casas con entramado de madera y las contraventanas de colores, Schiltach te va a encantar. Por este pueblo pasaba la antigua calzada romana que unía Estrasburgo y Rottweil y, aunque varios incendios arrasaron con Schiltach, ha sabido resurgir de sus cenizas muy dignamente.
Algunos de los sitios más interesantes son la Marktplatz o Plaza del Mercado, la calle Schenkenzeller Straße, el ayuntamiento y la iglesia protestante. También hay varios museos por si te apetece un plan más cultural o para cobijarte si llueve.
Aun así, Schiltach es uno de esos lugares que hay que conocer sin mirar el mapa. Déjate llevar, que ya verás como te alegras de conocer este precioso pueblo de la Selva Negra.
Lago Titisee y su precioso entorno natural
El lago Titisee es uno de los más populares en esta región de Alemania y razones no le faltan. Allí puedes hacer un montón de planes durante todo el año, como rutas de senderismo, caminar alrededor del lago y probar algún plato típico en alguno de sus restaurantes.
Nosotros estuvimos en verano y había gente bañándose (nos dijeron que el agua alcanza los 18-24°C en esta época). También dimos un paseo en barco muy agradable y había gente alquilando barcas a pedales y subiendo a la noria.
Si buscas un plan de relax, el balneario Badeparadies Schwarzwald puede ser muy buena alternativa.
Más lagos que ver en la Selva Negra
En la Selva Negra hay muchísimos lagos, así que tendrás que hacer selección porque no te dará tiempo a verlos todos (ojalá viajar eternamente).
Aparte del lago Titisee, voy a recomendarte otros lagos en la Selva Negra que merecen mucho la pena. He marcado todos en el mapa que te dejo al final del artículo para que te sea más sencillo organizar tu ruta. Por cierto, ‘See’ significa lago en alemán, así que solo tienes que memorizar el comienzo de cada palabra:
- Mummelsee: puedes rodear a pie todo el lago en media hora, alquilar una barca a pedales y subir al restaurante Grinde-Hütte, desde donde tienes unas vistas de vértigo (llega temprano porque se pone hasta los topes).
- Schluchsee: otro de mis imprescindibles en la Selva Negra.
- Feldsee: este lago se encuentra en Feldberg y tiene forma circular.
- Glaswaldsee: una buena opción si buscas un lago en los alrededores de Freudenstadt.
- Kirnbergsee: dicen que este lago tiene las aguas más cálidas del sur de la Selva Negra, así que si te apetece un chapuzón, ya sabes dónde ir.
Relojes de cuco
Tendría delito hablarte de todos los sitios que ver en la Selva Negra y no mencionarte los relojes de cuco más impresionantes. Están por todas partes y son una auténtica obra de arte. Los hacen a mano en esta región alemana, así que si tienes pensado llevarte un recuerdo a casa, no lo dudes.
Nosotros entramos en la tienda ‘House of 1000 Clocks’ en los alrededores de Triberg, que por cierto tiene un reloj de cuco en la fachada que da al río.
Si quieres ver más relojes de cuco en funcionamiento, toma nota:
- Eble Uhren-Park GmbH: el reloj de cuco más grande del mundo está en Schonachbach (Triberg).
- Erste weltgrößte Kuckucksuhr: otro reloj de cuco enorme, esta vez en Schonach. Hay que pagar 2 € para verlo en funcionamiento.
- Niederwasser (Hornberg): hay una máquina que activa el reloj de cuco por 1 €. Tuvimos suerte de que justo paró un autobús lleno de turistas y lo vimos en funcionamiento un montón de veces seguidas (y gratis).
- Cuckoo Clock (Kuckucksuhr): otro reloj de cuco precioso en Höllsteig (Breitnau).
Baden-Baden, una ciudad balneario señorial
Baden-Baden es, junto con Friburgo, una de las ciudades más famosas de la Selva Negra. Es un destino muy popular por sus 12 fuentes termales. Si te apetece ir a un balneario, yo me decantaría por las Termas de Caracalla o el spa Friedrichsbad, que fue inaugurado en 1877.
En Baden-Baden también te recomiendo dar un paseo por la avenida Lichtentaler Allee y la calle Lange Straße y hacer una visita guiada por su casino (es puro lujo). También puedes entrar en algún museo, como el Museum Frieder Burda.
➡️Baden-Baden es otra de las ciudades más típicas donde dormir algunas noches. Al lado de las Termas de Caracalla está este hotel con encanto.
Sasbachwalden
Había oído hablar mucho de Sasbachwalden antes de hacer mi ruta por la Selva Negra, así que tenía que conocerlo en persona. En mi cabeza tenía la imagen de un pueblo de cuento, como Gengenbach, pero te recomiendo bajar tus expectativas en este sentido.
Con esto no quiero decir que no merezca la pena ir a Sasbachwalden. Tiene casas con entramado de madera muy bonitas, pero el pueblo está atravesado por una carretera. Esto le quita bastante encanto para mi gusto.
Obviando esa parte, te recomiendo visitar Sasbachwalden por su entorno. Mires donde mires, hay montañas de color verde y viñedos. Y hablando de viñedos, no te puedes perder la bodega Alde Gott Winzer Schwarzwald si te gusta el vino.
Como curiosidad, encontrarás por el camino casetas de madera con productos de la zona. Nosotros íbamos a comprar la única bandeja de fruta que quedaba y se nos adelantó una señora.
Hay carteles con los precios y lo llamativo es que nadie está vigilando. Confían en que realmente pagarás por el producto que te vas a llevar. Por cosas así, Alemania es un país en el que me siento muy cómoda siempre que viajo allí.
Museo al aire libre de Vogtsbauernhof
Este es, en mi opinión, el mejor museo que ver en la Selva Negra si viajas con niños. Lo único que debes tener en cuenta es que es un museo al aire libre, así que si llueve es preferible que busques un plan alternativo.
En Vogtsbauernhof hay un montón de casas típicas que recrean cómo era la vida antiguamente en la Selva Negra.
Hay una escuela con mobiliario antiguo, una sala con juguetes, molinos, aserraderos, granjas, etc. Puedes incluso practicar a ordeñar una vaca de mentira. Y el entorno es una maravilla, ¡menudos paisajes!
Si viajas en familia, aprovecha para tirarte por el tobogán Sommerrodelbahn Gutach y visita el ‘Parque con todos los sentidos’ (Park mit allen Sinnen). Este último es un sendero de 2 km para poner los cinco sentidos a prueba. Oler diferentes aromas, escuchar el sonido de las abejas, caminar descalzos, tocar diferentes texturas… Súper recomendable.
Bad Wildbad, la mejor panorámica que ver en la Selva Negra
Si buscas una ruta de senderismo sencilla con unas vistas increíbles, toma nota de Baumwipfelpfad Schwarzwald en Bad Wildbad (y atrévete a memorizar su nombre 😊).
La ventaja de esta ruta es que vas caminando por pasarelas de madera entre las copas de los árboles. El camino es apto para todos los públicos y termina en una torre de observación en espiral a 40 metros de altura. ¡Las vistas panorámicas son alucinantes!
Puedes subir a la torre a pie y hacer la bajada en un tobogán muy divertido. Nosotros no pudimos probarlo porque había llovido y estaba cerrado, así que si tú tienes más suerte, ya me contarás qué tal la experiencia.
También puedes aprovechar para ir a WildLine Hängebrücke, un puente colgante peatonal de casi 400 metros de longitud y 60 metros de altura. Se encuentra en Sommerberg y conecta con la Ruta de los Cuentos de Hadas de Bad Wildbad.
Castillo de Hohenzollern
El Castillo de Hohenzollern no está técnicamente dentro de la Selva Negra, pero sí muy cerca de esta región alemana. Se encuentra a 1 hora en coche de Freudenstadt, Schiltach y Triberg.
Este castillo del siglo XIX fue la sede de los reyes de Prusia y los príncipes de Hohenzollern. Tiene una ubicación inmejorable en lo alto de una montaña y cuenta con la friolera de 140 habitaciones. Las habitaciones del Rey y de la Reina, la biblioteca y el Salón Azul son espectaculares.
Si te gustan las fortalezas, otra opción es el Castillo de Staufenberg, que fue construido en el siglo XI. No esperes un castillo en el que se pueden visitar las diferentes estancias. En realidad, lo mejor son las vistas del valle del Rin y su entorno natural rodeado de viñedos. Nosotros estuvimos por la mañana, pero dicen que al atardecer es todavía más impresionante.
Cascadas más bonitas de la Selva Negra
Aparte de la Cascada de Triberg de la que te he hablado antes, hay muchos más saltos de agua que te van a dejar con la boca abierta.
Te cuento varias opciones más para que disfrutes de la naturaleza de la Selva Negra:
- Cascada de Todtnau: esta sería una de mis primeras opciones, ya que aparte de ser preciosa, se puede llegar fácilmente en 15 minutos a pie desde el aparcamiento.
- Cascada Geroldsauer: está a 15 minutos en coche de Baden-Baden. No es la cascada más alta de la Selva Negra, pero su entorno natural es una maravilla.
- Cascadas de Allerheiligen: otra opción interesante que, además, puedes combinar con la visita de las ruinas del Monasterio de Todos los Santos. Lo único que debes tener en cuenta es que hay muchísimas escaleras.
- Cascada de Burgbach: esta cascada es especial porque cae desde 15 metros de altura en caída libre. Para mí es una de las más bonitas de la Selva Negra.
Wolfach
Wolfach es otro pueblo repleto de casas con entramado de madera. Puedes visitar su castillo, en el que hay exposiciones sobre la historia y costumbres locales. Pero lo más recomendable es perderte por sus callejuelas sin rumbo fijo.
En Wolfach hay muchas rutas de senderismo, así que es una buena oportunidad para explorar la naturaleza de la Selva Negra.
Uno de los senderos más bonitos es el que conduce a Spitzfelsen. Se tarda 1 hora en llegar desde el Ayuntamiento de Wolfach, pero te aseguro que las vistas desde el mirador son alucinantes.
Feldberg, la montaña más alta de la Selva Negra
En nuestra ruta por la Selva Negra quisimos pasar unos días de relax en la montaña, así que elegimos Feldberg como campamento base. ¡Fue todo un acierto!
Allí se encuentra la montaña más alta de la Selva Negra y es el destino perfecto para respirar aire puro y escuchar el sonido de los pájaros.
En Feldberg hay un teleférico (Feldbergbahn) para subir a la cima. También puedes hacer el sendero ‘The Little Folk’s Trail’. Y si viajas en invierno y te gusta esquiar, ¡ya tienes plan!
Freudenstadt, el mercado más grande que ver en la Selva Negra
Freudenstadt no es la ciudad más monumental, pero sí presume con orgullo de tener un mercado gigantesco. De hecho, es el más grande de la Selva Negra y de todo el país.
A mí me gustó mucho su iglesia evangélica, que tiene dos torres simétricas, y pasear por la Plaza del Mercado (Marktplatz) bajo sus soportales. ¡Hay un montón de terrazas donde picar algo!
Si viajas en verano, verás a muchos niños jugando (y refrescándose) en los chorros de agua. Allí me contaron que Freudenstadt es conocida como “la ciudad de la alegría” y confirmo que el ambiente es muy agradable.
Calw y sus casas medievales
En Calw nació Hermann Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946 y uno de los escritores más influyentes del siglo XX.
Hay un museo sobre la vida y trayectoria del poeta (cerrado hasta 2025 por renovación), así que de momento tendrás que conformarte con la exposición sobre Hermann Hesse en el Palacio Vischer.
Otros de los sitios más interesantes son las ruinas de Klosterruine Hirsau y el Castillo de Hirsau Schloss. También merece la pena subir hasta las ruinas del Castillo de Waldeck y visitar la Capilla de San Nicolás. Y si quieres ver casas con entramado de madera, en Calw no te van a faltar.
Europa-Park
¿Buscas un plan divertido donde soltar adrenalina? Europa-Park es uno de los parques temáticos más grandes de Europa y está a solo 30 minutos en coche de Friburgo. Lo he incluido en el listado por su cercanía a esta preciosa región alemana, ya que se encuentra entre la Selva Negra y los Vosgos.
Hay un montón de montañas rusas con loopings, atracciones para los más pequeños, una noria y varias exposiciones y espectáculos para disfrutar de este plan con niños (y sin ellos).
En Europa-Park hay más de 100 atracciones, así que te recomiendo llegar temprano para aprovechar el día al máximo. ¡Prepárate para emociones fuertes!
Barranca del Wutach
Una de las rutas de senderismo imprescindibles en la Selva Negra es la Barranca del Wutach (Wutachschlucht). Es el cañón más grande de Alemania con hasta 170 metros de profundidad y es el plan perfecto si te apetece disfrutar de la naturaleza.
Hay varias rutas de trekking para elegir, aunque para una primera vez te recomiendo la Ruta de las Tres Gargantas. Pasa por el desfiladero de Wutach y por las gargantas Gauchach y Engschlucht entre cascadas, pasarelas y un paisaje de película.
Mirador Ellbachseeblick
No podía terminar este listado de los sitios que ver en la Selva Negra sin hablarte de Ellbachseeblick, uno de mis miradores favoritos.
Allí te esperan unas vistas panorámicas increíbles con bosques infinitos. Nosotros vimos el paisaje en verano y era maravilloso, así que no me quiero imaginar cómo estará de bonito con los colores del otoño.
Puedes llegar al mirador fácilmente a pie desde el aparcamiento. Si te ves con energía, puedes aprovechar para bajar al lago. Eso sí, ten en cuenta que después toca subir y cuesta un poco.
Más planes que hacer en la Selva Negra y alrededores
Ya te he hablado sobre los sitios que más te recomiendo en una ruta por la Selva Negra. Pero si te quedas con ganas de más, no te preocupes porque la lista de lugares es interminable. Aquí van más ideas:
- Monasterio de St. Peter
- Castillo de Schauenburg
- Gernsbach
- Rottweil
- Steinwasen Park
- Laufenburg
- Offenburg
- Hornberg y su acueducto
Mapa con los sitios que ver en la Selva Negra
A continuación puedes ver un mapa con todos los sitios que te recomiendo en la Selva Negra. He señalado en color salmón mis imprescindibles, en azul los sitios opcionales por si tienes más tiempo y en amarillo los alojamientos donde yo dormiría. No olvides guardarlo en tu móvil para consultarlo siempre que quieras.
¿Te ha gustado mi artículo sobre qué ver en la Selva Negra? ¡Compártelo si te ha parecido interesante, me ayudas mucho! Y, como siempre, escríbeme tu duda o comentario más abajo y te ayudaré encantada.
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