El castillo de Chenonceau es el más visitado del Valle del Loira junto con el de Chambord. Conocido como el “Castillo de las Damas”, esconde aposentos ostentosos de personajes tan célebres como Diana de Poitiers o Catalina de Médicis. Pero eso no es todo.
Creo que no se me olvidará nunca la imagen del castillo de Chenonceau a lo lejos mientras recorría el interminable sendero rectilíneo que conduce a esta fortaleza. Quería descubrir con mis propios ojos las salas históricas donde vivieron varias generaciones de la realeza francesa. Y pasear por los salones donde se organizaban tertulias con poetas, científicos y filósofos como Rousseau, Montesquieu o Voltaire. Encuentros de alto nivel intelectual, como puedes ver.
Aparte de sus salas interiores revestidas de tapices de Flandes y auténticas obras de arte renacentistas, me fascinaron los extensos jardines del castillo de Chenonceau. Lugares donde el tiempo se detiene entre centenares de rosales, árboles y el sonido del agua en los estanques.
Y no te voy a mentir, es uno de mis castillos preferidos del Loira, con permiso de la fortaleza de Sully-sur-Loire. Lo dicho, prepárate porque voy a contarte toda la información que necesitas (precio, horario, entradas, historia y mucho más) para visitar EL CASTILLO por excelencia. ¡Bon voyage!
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Dónde está el castillo de Chenonceau
Antes de entrar en materia, quiero contarte dónde queda Chenonceaux en el mapa para que nos situemos. Esta comuna francesa pertenece a la localidad de Chenonceaux y al departamento de Indre y Loira. El castillo de Chenonceau está en la región central de Francia, en el Valle del Loira. Y sí, el nombre de la localidad termina en “x”, pero el castillo no lleva la x al final. Al parecer, fue Louise Dupin la que pidió este cambio ortográfico para diferenciar a la monarquía de la república, aunque no está confirmado.
Antes de visitar Chenonceau, conocí el pueblo de Sully-sur-Loire y su fascinante fortaleza rodeada de fosos con agua. Después me acerqué a ver los castillos de Chambord, Cheverny y Chaumont-sur-Loire desde Chambon-sur-Cisse. Pero para visitar el castillo de Chenonceau, decidimos dormir en Tours, ya que muchos de los castillos del Loira están a menos de 30 min en coche desde allí. También está cerca Amboise, por si quieres comparar. ¡Esto ya va en gustos! Por cierto, aquí te cuento qué ver en Tours, incluida su impresionante catedral.
Uno de mis consejos para recorrer los castillos del Loira es que alquiles un coche para moverte a tu antojo. Encontrarás muchos pueblos pintorescos por toda la ruta, así que si te desplazas en coche tendrás la libertad de parar y reanudar el camino cuando te apetezca.
Y no solo eso, también podrás dormir en sitios recónditos, como La Source de Bury. Es un apartamento precioso, el desayuno está hecho con productos 100% naturales, pero literalmente está en medio de la nada. Vamos, que tienes que ir en coche sí o sí.
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Historia del castillo de Chenonceau
La historia del “Castillo de las Damas” es muy interesante. El castillo fue construido sobre el río Cher en el siglo XVI. En aquella época, Tomás Bohier y su mujer, Katherine Briçonnet, mandaron derribar el castillo y el molino fortificado de la familia Marques. Lo único que quedó en pie fue la Torre de los Marques y el pozo.
Para que conozcas mejor la historia del castillo de Chenonceau, voy a nombrarte muy brevemente a las Damas que convirtieron esta fortaleza en un lugar tan soberbio. Fíjate si lo consiguieron que actualmente es uno de los Monumentos Históricos privados más visitados de Francia. Y vista la cola que nos encontramos a primera hora de la mañana para entrar, no me cabe la menor duda.
Damas del siglo XV, XVI y XVII
Katherine Briçonnet fue la primera de las “Damas de Chenonceau” y la verdadera artífice de las obras del castillo original. Como su marido, Thomas Bohier, era Ministro de Finanzas de Francisco I, fue ella la que realmente se encargó de la decoración del castillo y los jardines de Chenonceau.
En 1547, el Rey Enrique II regaló el castillo de Chenonceau a su dama favorita, Diana de Poitiers. Se encargó de remodelar uno de los jardines que lleva su nombre, que por cierto está en una ubicación inmejorable a orillas del río Cher.
La siguiente “Dama de Chenonceau” fue Catalina de Médicis, que enviudó de Enrique II y aprovechó para alejar a Diana de Poitiers del castillo de Chenonceau (¡ay los celos amorosos!). A cambio, le entregó el castillo de Chaumont-sur-Loire. Catalina se encargó de embellecer todavía más los jardines y creó una galería de doble piso para fiestas multitudinarias.
Después llegó Luisa de Lorena-Vaudémont, que quedó viuda de Enrique III en 1589. Pasó gran parte de su vida en el castillo de luto blanco riguroso porque así lo estipulaba el protocolo de la corte real. Cayó en una profunda depresión y se dedicó al rezo, a la lectura y a la caridad. Fue la gran olvidada en la historia de este castillo y marcó el fin de la realeza en Chenonceau, que pasó a manos privadas.
Dama del siglo XVIII
En el siglo XVIII, la gran protagonista fue Louise Dupin, la segunda esposa de Claude Dupin. Esta “Dama de Chenonceau” se encargó de organizar tertulias y encuentros donde asistían grandes personalidades como Voltaire, Rousseau y Montesquieu, entre otros.
Damas del siglo XIX y XX
Ya casi estamos terminando el recorrido por las mujeres que marcaron la historia del castillo de Chenonceau. En el siglo XIX Marguerite Pelouze apostó por una costosa restauración de la fortaleza. Pero su historia no acabó bien, ya que en 1888 le embargaron la propiedad del castillo de Chenonceau.
Por último, durante la Primera Guerra Mundial, Simonne Menier instaló en el castillo un hospital militar donde se atendió a más de 2.000 heridos en la contienda. El castillo de Chenonceau también sufrió los desastres de la Segunda Guerra Mundial, ya que las vidrieras de la capilla quedaron destruidas por una bomba. Actualmente la fortaleza es propiedad de los Menier, prestigiosa familia de chocolateros franceses.
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Visita al castillo de Chenonceau
Ahora que ya conoces la historia del castillo de Chenonceau, quiero contarte brevemente la visita a esta fortaleza. Por cierto, no te preocupes, que no voy a ponerte fotos de todas las salas interiores para no quitarte el factor sorpresa 😊.
La visita al castillo de Chenonceau es una de las más recomendables en el Valle del Loira, así que te recomiendo reservar tu entrada aquí para no quedarte sin plaza. Comienza por la Sala de Guardia, que luce una puerta de roble renacentista y tapices de Flandes del siglo XVI. En la capilla verás vidrieras del siglo XX de Max Ingrand, pinturas religiosas y la tribuna real, desde la que las reinas asistían a misa.
Aposentos del castillo de Chenonceau
Una de mis zonas favoritas del castillo de Chenonceau son los aposentos de Diana de Poitiers, con la cama azul aterciopelada, los sillones de cuero de Córdoba, el retrato de la regenta Catalina de Médicis y dos enormes tapices de Flandes del siglo XVI.
También me gustó mucho el vestíbulo de Katherine Briçonnet con tapices del siglo XVII, y el aposento de las 5 Reinas en recuerdo a las dos hijas de Catalina de Médicis (la Reina Margot y la Reina Elizabeth de Francia) y a sus tres nueras (María Estuardo, Elizabeth de Austria y Luisa de Lorena).
Uno de los aposentos más ostentosos es el de Catalina de Médicis en tonos dorados. Fíjate bien en las vigas del techo y en la chimenea del aposento de César de Vendôme, y en los muebles renacentistas del aposento de Gabriela de Estrées, el gran amor del Rey Enrique IV.
Otro de los aposentos que te recomiendo visitar es el de Luisa de Lorena. Recuerda que su marido, el Rey Enrique III, fue asesinado en 1589. Ella cayó en una profunda depresión, así que en esta sala pasó muchas horas rezando y leyendo, en un riguroso duelo. Ya sabes que la etiqueta del luto real era vestir de blanco, y por eso se le conoce como la “Reina blanca”.
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Cocina, biblioteca y otras salas interiores
En mi visita al castillo de Chenonceau también descubrí las enormes cocinas de la fortaleza, el Salón Luis XIV en honor a su visita en 1650 y el Salón Francisco I con una chimenea renacentista maravillosa. Recorrí el Gabinete Verde, donde trabajaba Catalina de Médicis, la biblioteca y su techo de roble artesonado, y la galería con el suelo en forma de ajedrez.
No te vayas sin ver la Galería Médicis, con una colección muy interesante de pinturas, muebles, tapicerías y obras de arte. También es una joya el vestíbulo del 2º piso, con tapices del siglo XVI y dos pinturas del castillo de Chenonceau realizadas por Pierre Justin Ouvrié. Y el Gabinete de las Estampas, con una amplia colección de grabados, dibujos y estampas en las que se representa la fortaleza a lo largo de la historia.
Jardines de la fortaleza
El interior del castillo de Chenonceau es uno de los más impresionantes para mi gusto. Pero los castillos del Loira son también famosos por sus jardines, y en esta fortaleza tienen un gran protagonismo.
El Jardín de Diana de Poitiers tiene ocho triángulos de césped decorado, un chorro de agua en la parte central y numerosos arbustos, tejos y otras plantas dispuestos en terrazas en altura para protegerlos de las crecidas del río Cher.
Catalina de Médicis también tenía que tener un jardín con su nombre. Mide casi la mitad de tamaño que el de Diana de Poitiers, pero a mí me pareció más refinado y acogedor. También tiene varias zonas de césped, en este caso alrededor de un estanque circular. Sus rosales y la lavanda le dan un toque de color. Aunque aquí la flor violeta pasa muy desapercibida en comparación con los campos de lavanda de Brihuega, en Guadalajara.
Aunque los jardines principales son el de Diana de Poitiers y el de Catalina de Médicis, no te vayas sin dar un paseo por el Jardín Verde. Aquí encontrarás diferentes variedades de árboles, como cedros azules, secuoyas, plátanos y encinas. Otros jardines muy acogedores son el de Russell Page, al estilo inglés, y el vergel de las flores, con más de un centenar de flores y 400 rosales, que se dice pronto. Y, por último, el laberinto italiano, realizado con 2.000 tejos.
El edificio de los Dômes
Si te quedas con ganas de más, puedes acercarte al edificio de los Dômes, construido por Catalina de Médicis. Aquí encontrarás la Botica de la Reina, una sala museo donde se exponen antiguos pastilleros, vasijas y remedios caseros que hoy nos sacarían los ojos de las órbitas. ¿Ojos de cangrejo? ¿Baba de caracol? ¿Cuernos de ciervo? No te cuento más para que lo descubras tú mismo.
Si te gusta el vino, no te pierdas la bodega de los Dômes, en el mismo edificio que la Botica de la Reina. Es una bodega histórica del siglo XVI donde puedes conocer muchas de sus curiosidades y también llevarte un bonito recuerdo. ¿Qué tal un vino de la denominación Touraine Chenonceaux?
Y, por último, el hospital militar del que te hablé al principio del artículo. Es una recreación para rendir homenaje a todos los que curaron a unos 2.250 heridos en la Primera Guerra Mundial. ¡Tenía hasta un quirófano!
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Castillo de Chenonceau: horarios
Ahora vamos con la información práctica para que puedas organizar tu visita al castillo de Chenonceau sin contratiempos. Esta fortaleza francesa abre todos los días del año. A continuación te indico los horarios por temporada:
- Del 6 de enero al 3 de abril: de 9:30 a 16:30 horas.
- Del 4 de abril al 29 de mayo: de 9:00 a 17:30 horas.
- Desde principios de junio hasta el 27 de septiembre: abre de 10:00 a 18:00 horas.
- Del 28 de septiembre al 1 de noviembre: el horario del castillo de Chenonceau en esta época es de 9:00 a 17:30 horas.
- Desde el 2 de noviembre hasta el 18 de diciembre: abierto de 9:30 horas a 16:30 horas.
- Del 19 de diciembre al 5 de enero: de 9:30 a 17:30 horas.
Los horarios y visitas guiadas a la fortaleza pueden variar. Por eso, te recomiendo que consultes los horarios de acceso en la página oficial por si hubieran cambiado. Enseguida te cuento el precio y dónde comprar las entradas al castillo de Chenonceau.
Precio y entradas al castillo de Chenonceau
La entrada de adultos al castillo y a los jardines de Chenonceau cuesta 15€ (visita libre). El precio para menores de 18 años y estudiantes hasta 27 años es de 12€, también por tu cuenta. La entrada para menores de 7 años es gratuita.
Las entradas al castillo de Chenonceau las puedes comprar directamente en la taquilla que se encuentra enfrente del parking. Porque no hay forma de ver el castillo de Chenonceau sin pasar por caja, ya que está dentro de un inmenso recinto. Además, con lo precioso que es, no te recomiendo saltarte esta visita. Otra opción es reservar tu entrada aquí para saltarte las colas. Es uno de los castillos más visitados y te aseguro que hay muchísimos turistas queriendo hacer el mismo plan que tú.
El tema de aparcar no es complicado, porque hay un parking gigante y gratuito. Eso sí, mejor si vas a primera hora del día, en cuanto abran. Visitar el castillo en hora punta no te lo recomiendo en absoluto. Te lo digo por experiencia propia. Llegué a media mañana y estaba atestado de gente.
No te quedes sin entradas
Hoteles cerca de Chenonceaux
Como te comentaba al principio, yo fui a Chenonceaux desde Tours porque está a solo 30 min en coche. Además, Tours es una ciudad muy recomendable como base porque tienes otros castillos en los alrededores, como Amboise, Azay-le-Rideau, Langeais, Ussé y Villandry.
Dependiendo de en qué sentido vayas a hacer la ruta por los castillos del Loira, quizás te pille mejor alojarte en Amboise (a 20 min en coche) o en Chambon-sur-Cisse (a media hora en coche). Este último pueblo es pura desconexión en medio de la naturaleza, pero si buscas una gran ciudad, te recomiendo que te decantes por Tours. Y si prefieres algo intermedio, Amboise.
Aquí tienes mi recomendación de hoteles cerca del castillo de Chenonceau para facilitarte el trabajo de búsqueda:
- Ibis Budget Tours Centre Gare et Congrés: aquí me alojé yo para visitar el castillo de Chenonceau. Está a 10 min a pie del centro de Tours y la relación calidad-precio es buena.
- La Source de Bury: mi favorito en Chambon-sur-Cisse. Lo mejor es su ubicación en plena naturaleza, la bonita decoración del apartamento y el desayuno con productos naturales que nos preparó David.
- Le Clos d’Amboise: este hotel se encuentra en una mansión del siglo XVII en pleno centro de Amboise. Tiene piscina climatizada al aire libre y todo lujo de detalles.
- Le Manoir Les Minimes: este hotel tiene vistas al castillo de Amboise y está a escasos 20 min en coche del castillo de Chenonceau. Tiene súper buenas críticas en internet.
¿Te ha gustado mi artículo sobre el precio, horario y entradas al castillo de Chenonceau? Gracias por compartirlo, ¡me ayudas mucho! Y si tienes cualquier duda, te leo en comentarios.
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