Los Cotswolds es una de las zonas más bonitas de Inglaterra por sus colinas verdes, las ovejas pastando, los túneles de árboles en la carretera y los pueblos de piedra color miel que parecen sacados de una película (sí, Harry Potter rodó aquí varias escenas). En esta guía voy a contarte qué ver en los Cotswolds y cómo visitar por libre sus rincones más impresionantes.
Además de enseñarte los pueblos más bonitos de los Cotswolds, te daré consejos prácticos para organizar tu ruta. Estoy segura de que disfrutarás de este viaje tanto como yo y querrás volver. ¡Comenzamos!

Consejos para visitar los Cotswolds
Cómo llegar a los Cotswolds
La forma más sencilla de llegar a los Cotswolds es en avión. Los aeropuertos más cercanos son Birmingham (a poco más de 1 hora en coche), Bristol (a 1,5 horas) y Oxford (muy próximo, aunque pequeño y con pocas conexiones).
Aun así, mucha gente (como nosotros) opta por volar a Londres, ya que suele haber más oferta de vuelos directos y baratos. Como siempre, lo mejor es comparar los precios de los vuelos y elegir la opción que más te convenga. Nosotros, como siempre, elegimos el mejor seguro de viaje para Reino Unido, que además incluye gratis la ayuda de AirHelp en caso de retraso o cancelación de vuelos.
Cómo moverse por los Cotswolds
Para mí, la única forma realista de recorrer los Cotswolds es en coche de alquiler. Ya te conté mi experiencia con el alquiler de coche en Londres (spoiler: nosotros lo alquilamos en esta web, como siempre, y fue todo genial).
Lo recogimos en Heathrow y tras dos horas conduciendo por la izquierda (¡no te preocupes que sabrás hacerlo!) llegamos a la campiña inglesa.
Moverse en transporte público, sinceramente, yo ni me lo plantearía. Sí que hay trenes a ciudades grandes como Oxford, Bath o Moreton-in-Marsh, pero entre pueblos solo hay autobuses con muy pocas frecuencias, así que te pasarás más tiempo esperando que disfrutando del viaje.
También hay excursiones organizadas de un día desde Londres y desde Bath. Te sirven para hacerte una idea de cómo son los pueblos en los Cotswolds, pero te recomiendo dedicarle más tiempo a esta región.
Tú imagínate conduciendo sin prisas entre ovejas y vacas, tomando un té con scones en un pub de pueblo y probando un Cornish pasty recién hecho (¡cuidado que son adictivos!). No suena nada mal el plan, ¿verdad?
Dónde dormir en los Cotswolds
Ya te hablé en detalle sobre las mejores zonas y hoteles en los Cotswolds, pero te adelanto que lo más práctico es elegir una o dos bases bien situadas y desde ahí hacer excursiones a los pueblos de alrededor. Una opción muy cómoda es alojarse en Stow-on-the-Wold, donde tienes hoteles como el Stow Lodge Hotel, perfecto para moverte por el norte.
Y si quieres combinar con el sur, nada como Castle Combe, donde está The Manor House, un hotelazo en una mansión histórica preciosa. Es la mejor opción si quieres darte un capricho. ¡Aunque no me hago responsable si luego quieres quedarte a vivir allí!
En nuestro caso, dormimos todas las noches en esta granja reformada cerca de Gloucester. Aunque para la zona sur teníamos algo más de coche, repetiría con los ojos cerrados porque estuvimos como en casa. ¡Y rodeados de vacas y conejos!
¿Cuántos días se necesitan para visitar los Cotswolds?
Mi consejo es que reserves al menos 3 o 4 días para hacer una ruta por los Cotswolds. Con menos tiempo podrás ver pocos pueblos y te vas a quedar con ganas de más.
Lo ideal, si puedes, es estar 6 o 7 días por la zona. Así podrás recorrer los pueblos con calma, comer fish & chips junto al río sin mirar el reloj, improvisar paradas en granjas o simplemente perderte por las carreteras rurales (¡echo de menos los túneles de árboles!).
Además, desde los Cotswolds puedes añadir visitas súper interesantes como la casa de Shakespeare en Stratford-upon-Avon, Stonehenge, Bath, Oxford o incluso la catedral de Gloucester (si eres fan de Harry Potter te sonará seguro).
Mejor época para viajar a los Cotswolds
La mejor época para viajar a los Cotswolds depende un poco de lo que busques. En verano tienes más horas de luz y un ambiente animado, aunque los precios suben. A nosotros nos hizo 34 grados un día (sí, ¡en Inglaterra!), pero el resto fueron temperaturas muy llevaderas. No nos llovió ni un solo día.
Otra opción muy recomendable es ir en primavera u otoño. En primavera todo está lleno de flores por todas partes, y en otoño los árboles se tiñen de rojo y naranja y los pueblos están preciosos. Además, hay menos turistas que en verano y se conduce mucho más tranquilo (aunque con lluvias alguna carretera rural se pone con barro o arena y toca ir con cuidado).
En invierno también hay quien se anima, sobre todo en el puente de diciembre o en Navidad, porque los Cotswolds parecen sacados de un cuento con las luces y los mercadillos (aunque es un destino mucho menos popular que Alsacia en Navidad, por ejemplo). Eso sí, los días son más cortos y hace fresquito, pero si buscas ambiente navideño puede ser un planazo.
Gastronomía típica de los Cotswolds
Estoy segura de que lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en comida británica es el fish and chips. Y tengo una buena noticia: ¡también lo encontrarás en los Cotswolds!
Otro clásico de la campiña es el Cornish pasty, una empanada rellena de carne y verduras que se come caliente y es perfecta para llevar de picnic (creo que, literalmente, la tomamos todos los días). Y si lo tuyo es el dulce, no te puedes perder el cream tea con scones: bollitos acompañados de nata y mermelada, con una taza de té bien caliente.
Si viajas en domingo, aprovecha para probar un Sunday roast en un pub de pueblo. Yo viví en Manchester y no lo había probado todavía (tiene delito), así que le puse remedio en los Cotswolds. Lleva carne asada, patatas, verduras y el famoso Yorkshire pudding.
Y para empezar el día con energía, nada como un full English breakfast. Lleva huevos, bacon, salchichas, tomate, champiñones y alubias. Vamos, que hambre no vas a pasar en los Cotswolds. ¡Calorías a tope!
Y ahora sí, vamos con mis imprescindibles que ver en los Cotswolds. Primero voy a compartir contigo un mapa que he preparado para que tengas a mano todos los pueblos más bonitos, y justo después te cuento lo mejor de cada uno.
Mapa con los sitios que ver en los Cotswolds y alrededores
Aquí te dejo un mapa con todos los lugares que ver en los Cotswolds. No olvides guardarlo en tu móvil para consultarlo siempre que quieras.
He marcado en color salmón los sitios imprescindibles, en azul los pueblos opcionales (para mi gusto) y en verde otros lugares que merecen mucho la pena cerca de los Cotswolds (técnicamente no pertenecen a la región, pero están al lado). Y también he incluido los alojamientos que recomiendo en color amarillo. ¡Espero que te sea útil!
Qué ver en los Cotswolds
Castle Combe, uno de los pueblos más bonitos de los Cotswolds
Si tuviera que quedarme con un solo pueblo de los Cotswolds, probablemente sería Castle Combe. Tiene ese aire de cuento que te deja con la boca abierta nada más llegar. Casitas de piedra color miel, un río con su puente de postal y una tranquilidad que engancha.
En el centro está la Market Cross, que marcaba el lugar del mercado medieval, y justo al lado la Iglesia de St. Andrew, con una torre gótica muy fotogénica. Pero lo mejor es perderte por sus calles (es muy pequeño) y asomarte al puente de piedra sobre el río Bybrook.
Si quieres disfrutar del pueblo prácticamente a solas, puedes darte el capricho de dormir en The Manor House, que es una auténtica maravilla. En sus jardines tienen hasta un tablero de ajedrez gigante donde pasamos un largo rato echando una partida.

Stow-on-the-Wold
Stow-on-the-Wold es uno de los pueblos más animados que ver en los Cotswolds. Además, es buena opción como “campamento base”. Aquí no solo hay casas de piedra color miel y calles con encanto, sino también un montón de tiendas de antigüedades, librerías, galerías de arte y cafeterías donde parar a tomarte un té con scones.
La plaza del mercado es el centro del pueblo, con su pasado ligado a las ferias de lana y ovejas (¡llegaban a mover hasta 20.000 en un solo día!). Justo al lado está la Iglesia de St. Edward’s, famosa por su puerta flanqueada por dos enormes tejos que parecen sacados de El Señor de los Anillos.
Si te apetece un fish & chips contundente, a mí me encantó el de Greedy’s, es de lo mejorcito de la zona. Y para un café tranquilo, tienes opciones como Huffkins Bakery & Café o Lucy’s Tearoom, donde puedes probar el típico cream tea con scones, mermelada y clotted cream. ¡Para chuparse los dedos!
➡️ Stow-on-the-Wold es una de las mejores zonas donde alojarse en los Cotswolds. Puedes dormir varias noches en Stow Lodge Hotel y combinarlo con algunas noches en el sur, como en Castle Combe.

Bibury y su famosa calle Arlington Row
Si buscas el pueblo más bonito de los Cotswolds, casi todo el mundo te dirá Bibury. Y sí, la calle Arlington Row es tan de postal como parece en las fotos. Estas casas de piedra del siglo XIV fueron primero almacenes de lana y después viviendas, y se convirtieron en la imagen más icónica de la región. Hasta tuvieron su momento de gloria porque salió su imagen en los pasaportes británicos emitidos entre 2010 y 2015.
El artista William Morris llegó a decir que Bibury era “el pueblo más bonito de Inglaterra”. Yo no sería tan tajante (la masificación no ayuda), pero reconozco que el pueblo es precioso.
Si vas en coche, lo mejor es aparcar en The Street o junto a la Iglesia de St. Mary. Desde ahí en un par de minutos llegas andando a Arlington Row y al río Coln, donde te esperan patos y gansos chapoteando.

Bourton-on-the-Water, un pueblo imprescindible que ver en los Cotswolds
Bourton-on-the-Water es uno de los pueblos más famosos de los Cotswolds y con razón. Lo llaman la “Venecia de los Cotswolds” porque el río Windrush atraviesa el centro y está lleno de puentes de piedra que le dan un encanto especial. Eso sí, ten en cuenta que también es uno de los sitios más concurridos, sobre todo en verano.
Nosotros estuvimos en plena ola de calor y el río estaba que no cabía un alfiler. Familias enteras metidas en el agua, niños jugando y nosotros con nuestro fish & chips en la orilla mientras metíamos los pies en el agua (¡está congelada!).
La calle principal es Rissington Road, llena de tiendas, pubs y cafeterías, pero lo que más te recomiendo es pasear junto al río, cruzar sus puentes y sentarte en la hierba a disfrutar del ambiente.
Si viajas con niños (o si te apetece algo diferente), hay varias visitas curiosas. Aparte de quedarte a dormir en The Old New Inn, puedes entrar en su pub para ver The Model Village, una réplica en miniatura del propio Bourton construida en los años 30. También está el Cotswold Motoring Museum, con coches y caravanas antiguas, y el Dragonfly Maze, un laberinto de setos con acertijos.

Upper Slaughter y Lower Slaughter
Los Slaughters son dos pueblos que parecen sacados de una postal. Están tan cerca el uno del otro que en 20 minutos andando puedes visitar ambos. Upper Slaughter es súper tranquilo. Tiene cuatro calles, la Iglesia de St. Peter y unas casas de piedra preciosas.
Un poco más abajo está Lower Slaughter, que tiene más vidilla gracias al río Eye que lo cruza. Aquí lo típico es pasear por Copse Hill Road, que dicen que es la calle más romántica de Inglaterra, y acercarte al molino, donde ahora hay una tienda y una cafetería para tomar algo.
Eso sí, aviso: el aparcamiento es complicado. Puedes intentar en el Country Slaughters Inn si piensas consumir, o dejar el coche en Upper Slaughter y bajar andando hasta Lower Slaughter (esta sería mi primera opción). El paseo es corto, bonito y con suerte te cruzas con ovejas por el camino.

Chipping Campden y su mercado cubierto
Chipping Campden es de esos pueblos que te conquistan nada más llegar. Antes incluso de entrar ya me quedé alucinada con las casitas con techos de paja que hay en los alrededores.
La calle principal se llama High Street y es una preciosidad. Es larga, curva y está llena de casas de piedra color miel perfectamente alineadas.
Aquí lo más llamativo es el Market Hall, un mercado cubierto del siglo XVII. Cuando nosotros estuvimos había muchos puestos de artesanías. Justo al final de la calle está la Iglesia de St. James, con su torre gótica de 36 metros, que también merece la pena.
Y ya que estás, piérdete por Sheep Street, donde verás algunos de los cottages más bonitos de la zona. Nosotros terminamos la visita con un helado en Gelato Chipping Campden (¡100 % recomendable si hace calor!).

Broadway, otro lugar que ver en los Cotswolds
Broadway ya lo tiene todo ganado solo con el nombre. Suena a cine, pero aquí lo que te espera es un pueblo de postal al que llaman “la joya de los Cotswolds”.
Su calle principal también se llama High Street, y es una de las más bonitas de la zona. Allí te esperan casas georgianas de piedra, boutiques, galerías de arte, cafeterías muy agradables y hoteles con mucho encanto. Es de esos pueblos en los que apetece pasear sin rumbo, curiosear tiendas y parar a tomar un té.
Si tienes tiempo, no te pierdas la Broadway Tower, una torre gótica del siglo XVIII desde la que tienes unas vistas espectaculares de la campiña inglesa.
➡️ Si te apetece dormir en Broadway, echa un vistazo a The Broadway Hotel o The Lygon Arms si quieres darte un capricho. Yo reservé mi viaje a los Cotswolds con 4 días de antelación y los precios estaban por las nubes, pero puede que tú tengas más suerte.

Snowshill
Snowshill es uno de esos pueblecitos diminutos que parece hecho para una película (de hecho, aquí se rodaron escenas de El diario de Bridget Jones). Está en lo alto de una colina, rodeado de casas de piedra con jardines súper cuidados, una iglesia pequeña y la típica cabina de teléfono roja que queda genial en las fotos.
Lo más famoso es Snowshill Manor, una casa solariega del siglo XV gestionada por el National Trust. Tiene objetos curiosísimos que coleccionó su dueño y unos jardines preciosos para pasear.
Y si vas en verano, no te pierdas los campos de lavanda de Cotswolds Lavender, que están muy cerca y son una pasada cuando están en flor.
Painswick, un gran descubrimiento en mi ruta por los Cotswolds
Painswick es conocida como la “Reina de los Cotswolds” y no seré yo quien diga lo contrario. Es un pueblo pequeño, lleno de casitas de piedra y rodeado de colinas verdes con ovejas pastando. Yo lo tenía muy cerca de la granja donde me alojé, así que tenía claro que quería visitarlo. Es, en mi opinión, uno de los pueblos más bonitos de los Cotswolds.
Mi sitio favorito de Painswick es la Iglesia de St. Mary, con sus 99 tejos en el jardín (¡parece un laberinto!). Dicen que siempre hay 99 tejos y que el número 100 nunca sobrevive, así que el misterio está servido.
Después puedes pasear por New Street, que aún conserva edificios históricos del siglo XV (vamos, que de calle nueva tiene poco), o acercarte al Jardín Rococó, único en Inglaterra por su estilo barroco. Y si quieres terminar la visita por todo lo alto, sube hasta el Painswick Beacon. ¡Las vistas de la campiña inglesa son espectaculares!

Tetbury
Una de las cosas que más me llamó la atención en Tetbury fueron las pedazo de mansiones que hay en los alrededores. No es casualidad: aquí tienen casa Kate Winslet, Hugh Grant y hasta el mismísimo rey Carlos III, que pasa temporadas en Highgrove House, su residencia de campo. ¡No quiero ni pensar lo que cuesta el metro cuadrado por aquí!
El pueblo en sí tiene rincones muy chulos, como las Chipping Steps, una escalinata rodeada de cottages de piedra, y la iglesia de St. Mary the Virgin, con su torre gótica que se ve desde casi cualquier punto.
También me gustó el Market House, que es un mercado cubierto del siglo XVII, y Long Street, llena de tiendas de antigüedades para curiosear. ¡No te vayas sin verlo!

Lacock y su famosa abadía
Lacock está a media hora de Bath y pasear por sus calles de piedra con entramados de madera es como meterse en una máquina del tiempo. No me extraña que lo hayan usado en películas y series como Harry Potter o Downton Abbey.
La estrella del lugar es la Lacock Abbey, con un claustro medieval que te sonará si eres fan de Hogwarts. Dentro también está el museo de Fox Talbot, el inventor del negativo fotográfico (sí, todo empezó aquí).
Después de la abadía, te recomiendo dar una vuelta por la High Street, curiosear en alguna tienda de artesanía y acabar tomando una pinta en el Red Lion Pub.
Burford, otro de los pueblos más bonitos de los Cotswolds
Burford es uno de esos pueblos que te atrapan solo con poner un pie en su High Street. Es una calle en cuesta llena de casas de piedra, tiendas de antigüedades, pubs con flores en la fachada, escaparates con mucho encanto y teterías donde probar el famoso cream tea con scones.
También merece la pena entrar en la Iglesia de St. John the Baptist, enorme para un pueblo tan pequeño, y acercarte a Robert Reavley Chemist, la farmacia más antigua de Inglaterra, o al Tolsey Museum, en un antiguo mercado que ahora guarda un montón de objetos y fotos curiosas.
Más pueblos que ver en los Cotswolds si te sobra tiempo
Cirencester, la capital de los Cotswolds
Cirencester es la capital de los Cotswolds, así que no esperes un pueblecito pequeño sino una ciudad con bastante vida.
Merece la pena entrar en la Iglesia de St. John the Baptist (cuando fuimos había un señor tocando un órgano antiguo y fue un momentazo) y pasear por calles como Cecily Hill, con sus casas de piedra súper cuidadas con macetas de flores de colores.
Si viajas con niños, apúntate el Abbey Grounds Play Park, un parque con columpios junto a un lago en pleno centro. Y si quieres algo más grande, no te pierdas el Cirencester Park, perfecto para caminar o hacer picnic.

Winchcombe
Winchcombe es un pueblo tranquilo, con callejuelas llenas de casitas de piedra, tiendas y algún que otro salón de té perfecto para parar a media tarde. Lo más famoso, eso sí, está a las afueras: el Castillo de Sudeley, con unos jardines espectaculares y mucha historia detrás (fue residencia de la última mujer de Enrique VIII).
Después de visitar el castillo, date un paseo por la High Street, la calle principal en curva de Winchcombe, y acércate a la Iglesia de St. Peter. No es un pueblo enorme, así que en una hora lo ves bien (como la gran mayoría de los pueblos que ver en los Cotswolds). ¡Los días cunden mucho!
Blockley
En su día, Blockley fue un centro importante para la industria de la seda y todavía se nota en algunos edificios industriales reconvertidos en casas y talleres.
El mejor plan es pasear por sus calles empedradas, ver la Iglesia de St. Peter & St. Paul (muy fotogénica) y asomarte al arroyo que atraviesa el centro.
➡️ Si te apetece dormir en un sitio menos turístico, Blockley es muy buena opción. Te recomiendo echar un vistazo al Crown Hotel Cotswold, con habitaciones súper acogedoras y buenas reseñas.
Minster Lovell, las ruinas que ver en los Cotswolds
¿Te gustan las ruinas? Si la respuesta es sí, Minster Lovell te va a encantar. Aquí están los restos de una enorme mansión del siglo XV que fue de la familia Lovell, justo al lado del río Windrush. Y ojo, porque la leyenda dice que su antiguo dueño se quedó encerrado en el sótano y todavía ronda por ahí como un fantasma.
Al lado de las ruinas está la iglesia de St. Kenelm, con su cementerio típico inglés y unas vistas de postal. Todo el entorno es súper tranquilo, muy agradable para dar un paseo o improvisar un picnic junto al río. No es un pueblo enorme, pero tiene un encanto especial.
Stanton
Stanton es un pueblo donde la vida va a cámara lenta. Tiene una calle preciosa de casitas de piedra y la pequeña iglesia de St. Michael’s, que merece la pena. No esperes encontrar tiendas, solo pura calma porque (por suerte) no está masificado.
El planazo es acabar en The Mount Inn, el pub del pueblo, en lo alto de la colina. Desde su terraza tienes unas vistas preciosas de la campiña inglesa. Una pinta (o lo que surja) al atardecer sabe todavía mejor aquí, te lo garantizo.
Más planes que hacer cerca de los Cotswolds
Gloucester y su impresionante catedral
La joya de Gloucester es, sin duda, su catedral. Es una pasada, tanto por su tamaño como por sus vidrieras góticas, y además salió en varias escenas de Harry Potter. Si viajas con niños, en la planta superior tienen disfraces y un montón de actividades (pintar escudos, puzles para montar vidrieras…).
Después, te recomiendo pasear hasta los Docks, que al atardecer tienen un ambiente genial para sentarte a tomar algo con vistas al agua y los barcos.
Si te entra hambre, no te vayas sin una buena Cornish pasty (las de carne estofada, pollo o queso con cebolla están para chuparse los dedos). Y si te quedas con ganas de más, puedes pasarte por St. Michael’s Tower o el Blackfriars Priory.

Stonehenge
Tenía tantas ganas de conocer Stonehenge que nos desviamos al volver a Londres aunque no nos pillaba de camino. Impresiona pensar que este círculo de piedras lleva ahí unos 5.000 años.
Lo más increíble del famoso monumento megalítico es que algunas piedras vinieron desde Gales, a más de 200 km, y nadie sabe aún cómo las transportaron ni para qué se construyó el monumento. ¿Templo solar, cementerio, observatorio?
La visita es muy completa. Te llevan en bus hasta las piedras y al lado hay cabañas reconstruidas para ver cómo vivían en aquella época. Si viajas con niños, tienen actividades divertidas como excavar en la arena para descubrir “tesoros” o probar a mover una piedra enorme tirando de una cuerda.

Oxford
Seguimos con los lugares que ver cerca de los Cotswolds y ahora quiero hablarte de Oxford. Ya solo escuchar su nombre nos transporta a algunas escenas de Harry Potter y a ambiente universitario. De hecho, ¿sabías que su universidad es una de las más antiguas del mundo?
Puedes entrar a varios colleges y sentirte dentro de una película (el más famoso es Christ Church, aunque cualquiera merece la pena).
Además, te recomiendo pasear por sus calles llenas de librerías y pubs, acercarte al mercado cubierto y subir a la torre de la iglesia de St. Mary. Si hace buen día, alquilar una barquita en el río Cherwell es un planazo como broche de oro.
➡️¿Te apetece dormir en Oxford para recorrer la ciudad sin prisas? Si tu respuesta es sí, el The Porterhouse grill & rooms tiene buena relación calidad-precio.
Bath, la ciudad termal en los alrededores de los Cotswolds
En Bath te esperan calles empedradas, arquitectura georgiana de postal y lugares icónicos como las Termas Romanas, la Abadía y el Puente Pulteney.
También te recomiendo pasear por el Royal Crescent y The Circus, donde seguro que paras a hacer fotos a las hileras de casas alineadas en forma de media luna y círculo.
Además, Bath tiene ese aire literario gracias a Jane Austen (vivió aquí varios años) y últimamente se ha hecho aún más famosa por aparecer en Los Bridgerton. Si vas en invierno, sus mercadillos de Navidad son una pasada. ¡Y tienes pubs con vistas al río Avon que te atrapan!
➡️Si quieres disfrutar de Bath sin grandes aglomeraciones, te recomiendo alojarte en pleno centro en el Hotel Indigo.
Straford-upon-Avon, el pueblo de Shakespeare
Stratford-upon-Avon es el pueblo donde nació Shakespeare, y todo aquí gira en torno a él: su casa natal, la iglesia donde está enterrado e incluso un teatro que lleva su nombre. Si eres fan de Hamlet y Romeo y Julieta (entre otras muchas obras), vas a disfrutar a lo grande.
Pero más allá del Bardo de Avon, el pueblo en sí merece la pena. Tiene calles como Henley Street y High Street llenas de casitas Tudor con entramado de madera, un centro histórico muy agradable y el río Avon como telón de fondo para pasear sin mirar el reloj.
Catedral de Salisbury
La torre de la Catedral de Salisbury es la más alta de Inglaterra y dentro puedes ver un ejemplar original de la Carta Magna de 1215, así que ya solo por eso merece la pena acercarse. Además, tiene un reloj del siglo XIV que dicen que es el más antiguo en funcionamiento en Europa.
La ventaja es que está muy cerca de Stonehenge, así que puedes combinar las dos visitas en un mismo día. La entrada a la Catedral de Salisbury la puedes comprar directamente aquí para saltarte las colas.
Bristol
Mucha gente aprovecha para volar a Bristol y desde allí empezar su ruta por los Cotswolds, porque está muy bien conectado y a un paso de la campiña. Pero ojo, la ciudad en sí merece al menos un día, y tiene mucho ambiente (a diferencia de la tranquilidad que se respira en los pueblos de alrededor).
Aquí nació Banksy, así que ya te imaginas que el arte urbano está por todas partes. También tienes una catedral gótica, el puerto, el impresionante puente colgante de Clifton y un montón de pubs y parques para disfrutar del aire libre. Vamos, que Bristol es la mezcla perfecta entre historia, cultura y planes para divertirse.
¿Te ha gustado mi artículo sobre qué ver en los Cotswolds? ¡Compártelo si te ha parecido interesante, me ayudas mucho! Y, como siempre, escríbeme tus dudas o comentarios más abajo y te ayudaré encantada.
TE AYUDO A VIAJAR A LOS COTSWOLDS AL MEJOR PRECIO
- RESERVA AQUÍ el HOTEL que más te guste en Inglaterra.
- ENCUENTRA AQUÍ los mejores TOURS y EXCURSIONES en Inglaterra.
- RESERVA AQUÍ tu VUELO a Inglaterra.
- ALQUILA TU COCHE en Inglaterra al mejor precio.
- CONSIGUE AQUÍ un 5% de DESCUENTO en tu SEGURO de VIAJE.