Decidir los lugares que ver en Rabat en dos días o en un fin de semana es lo primero que te vendrá a la cabeza nada más encontrar esa oferta de vuelo a la que (por suerte) has sucumbido. Ya tienes los billetes para visitar la capital política y principal centro administrativo de Marruecos y la emoción te invade.
“Allahu akbar, Allahu akbar”. Te despiertas con la llamada a la oración. Escuchas el cacareo del gallo. Te va llegando el olor a Msemen, las tortitas árabes hojaldradas. Miras a tu izquierda y ves al camarero sirviendo té de menta con hojas de hierbabuena. Huele que alimenta.
Tienes todo el día por delante para visitar Rabat, una ciudad que entremezcla tradición y modernidad, con una cultura que a mí personalmente me llama mucho la atención por ser tan diferente. Eso sí, los locales llevan el regateo en la sangre y tú tienes que espabilar para no pagar hasta diez veces más del precio real. ¿Agobiante? Bueno, al final te acostumbras y entras en la dinámica (algunas veces más victorioso que otras). ¡Estás en Marruecos y es parte de su cultura!
Para que te sitúes, el río Bu Regreg separa las dos zonas de la ciudad: Rabat y Salé. En la primera tienes todos los puntos turísticos que ver en Rabat en dos días o en un fin de semana, como la medina, la Kasbah des Oudayas, la Torre de Hassan, el Mausoleo de Mohammed V o la necrópolis de Chellah.
Salé, en cambio, al otro lado del río, es una ciudad dormitorio muy auténtica, donde probablemente serás el único turista. Lo más destacable es su cementerio que, aunque puede sonar un poco tétrico, te aseguro que es de los más bonitos que he visto. Cuenta también con una mezquita, una madraza, la medina y la playa, junto a la que decenas de jóvenes juegan los domingos al fútbol en campos improvisados.
En Rabat verás también las sedes de las Embajadas, edificios gubernamentales y policías por doquier. Menos caótica que Marrakech, la capital de Marruecos es perfecta para descansar y relajarse un fin de semana. Yo volví a la rutina con las pilas cargadas, así que ojalá disfrutes de los sitios que ver en Rabat tanto como yo.
Ruta por Rabat en dos días
Tarde del día 1 en Rabat
Volamos desde Madrid el viernes a las 16:10h y llegamos a las 18:20h a Rabat. De todas las opciones para ir del Aeropuerto de Rabat al centro, elegimos el taxi. Aun así, ten en cuenta que también puedes ir en este traslado privado si prefieres evitar el regateo o en autobús. Tras hacer el check-in en el riad, fuimos en taxi al centro y cenamos en restaurante marroquí.
La primera tarde-noche nos sirvió como toma de contacto. Regresamos al riad en taxi después de dar un paseo por la medina. Y (me adelanto a tus pensamientos) no te preocupes si en este viaje ves que cogimos muchos taxis, ya que el presupuesto total no fue elevado.
Día 2 en Rabat
Paseo en barca desde Salé, Kasbah des Oudayas, zoco, mercado central, avenida Mohammed V, mezquita Assouna Ave Tachfin, catedral de San Pedro, cementerio musulmán de Sidi Benachir y Gran Mezquita de Salé.
Día 3 en Rabat
Barca desde Salé, Torre de Hassan, Mausoleo de Mohammed V, necrópolis de Chellah, parque Hassan II, Palacio Real por fuera, comida, autobús al aeropuerto y vuelo de Rabat a Madrid con salida a las 21:10h y llegada a las 23:55h a Madrid.
Qué ver en Rabat en dos días
Montar en barca desde Salé
Si quieres ahorrar en tu viaje a Rabat, te recomiendo alojarte en Salé, a ser posible próximo a la Madraza des Merinides. Aunque al principio pensé que hubiera sido mejor dormir en Rabat, Salé no es mala opción.
Desde allí podrás cruzar el río en barca hasta Rabat por 2,5 dirhams por persona (unos 0,25 €), ver la Kasbah des Oudayas desde fuera (impresionante), pasear por el barrio donde viven realmente los rabatíes y asombrarte con el cementerio de Salé (una grata sorpresa).
Me gustó tanto el paseo que cada vez que íbamos de Salé al centro lo hacíamos en esta barca, exceptuando la primera tarde que pagamos la novatada y fuimos en taxi. También para volver del centro a Salé es súper recomendable coger la barca.
La Kasbah des Oudayas, un lugar alucinante en la ruta por Rabat en dos días
La Kasbah des Oudayas es un recinto fortificado que se encuentra a orillas del Atlántico. La tribu árabe Oudaya se instaló ahí en el siglo XIII para proteger la ciudad, de ahí su nombre. Para acceder a la kasbah, atravesarás una puerta de la época de los almohades. Aquí se encuentra la mezquita más antigua de Rabat, del s XII.
Lo mejor es perderte por sus callejuelas teñidas de azul y blanco, estoy segura de que sacarás tu cámara muchas veces. No te vayas sin asomarte al mirador, ubicado en una gran explanada, con vistas a la playa de Rabat a un lado del río y a la de Salé en el lado opuesto. Y como colofón, el Jardín Andalusí, un remanso de paz con muros rojizos, fuentes, árboles exóticos y naranjos. Sin duda, la Kasbah es mi lugar favorito que ver en Rabat en dos días.
Visitar el Zoco de Rabat
Cerca de la Kasbah está la medina y la zona que no puede faltar en ninguna ciudad marroquí y que tienes que ver en Rabat: el zoco. Menos atestado y de menor tamaño que el de Marrakech, pero tiene el encanto de ser menos turístico. Esto hace que los vendedores ni se inmuten cuando pasas por delante de su tienda.
Aquí no escucharás la famosa frase de “amigo, más barato que en Carrefour” ni tendrás que esquivar a los comerciantes que intentan venderte lo invendible.
Pasea tranquilamente, echa un vistazo a los objetos de cuero, madera y bronce hechos a mano y, sobre todo, observa el día a día de los rabatíes. Las calles principales son Rue des Consuls y Rue Souika. A mí me encantó el Souk Tehti, donde se venden las apreciadas alfombras. Por cierto, como curiosidad, ¿sabías que la Rue des Consuls se llama así porque antiguamente vivían ahí los representantes extranjeros?
El mercado central y su comida exótica
Si algo no falta en todos mis viajes es una visita al mercado central. Fruta, verdura, aceitunas, especias… Aquí puedes ver el regateo en todo su esplendor. El mercado de Rabat no es muy grande, pero merece la pena ver los precios y las distintas variedades de productos locales.
Avenida Mohammed V, un paseo monumental que visitar en Rabat
Después de visitar el mercado central, llegarás a la arteria principal de Rabat. La Avenida Mohammed V alberga la ciudad nueva (ville nouvelle) con grandes avenidas, zonas ajardinadas, edificios gubernamentales como el Parlamento de Marruecos, Embajadas, la estación central de tren, el precioso edificio de correos (la Grande Poste) y su reloj (¡sorpresa, hay diferencia horaria con España!) y el Hotel Balima. Esta avenida es otro imprescindible en tu escapada por Rabat.
Mezquita Assouna Ave Tachfin
Muy cerca del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo está la mezquita Assouna Ave Tachfin. Si no eres musulmán, tienes prohibida la entrada. No obstante, es interesante verla por fuera.
Catedral de San Pedro
Después de ver la mezquita, bajamos por la Avenida Mohammed V (tienes que desandar unos metros el camino andado) y a la derecha sale la Avenida Abou Inane, que conduce a la Catedral de San Pedro. Es uno de los pocos lugares de culto católico en Marruecos. De piedra blanca, empezó a construirse en 1919. Los dos campanarios datan de los años 30 y su forma es bastante peculiar. En la Catedral siguen dando misa los domingos.
Cementerio musulmán de Sidi Benachir
Menuda sorpresa me llevé al asomarme por la muralla y ver de pronto tantísimas lápidas y el mar de fondo. Tumbas de diferentes colores, con y sin azulejos, cubiertas de tierra para que crezcan flores y plantas encima… El cementerio se encuentra en un sitio privilegiado y las vistas desde allí son inmejorables.
Gran Mezquita de Salé
La Gran Mezquita de Salé (Grande Mosquée) solo pude verla por fuera porque no dejan entrar si no eres musulmán. Junto a ella está la Madraza Merini de Salé del siglo XIV. Construida en torno a un patio, sigue el estilo arquitectónico marroquí-andalusí.
No llegué a entrar en la madraza por falta de tiempo. Antes costaba 10 dirhams (0,9 €), ahora 70 (6,5 €) por lo que me comentaron allí. De hecho, la entrada a la Madraza de Ben Yousef en Marrakech es más económica.
Torre Hassan, el minarete que ver en Rabat en dos días
Esta torre es el minarete de una mezquita del siglo XII que no llegó a terminarse. El sultán Yacoub El Mansour tenía la intención de construir la mezquita más grande del mundo musulmán, después de la de Samarra en Irak. Las obras se pararon después de su muerte en 1199.
La idea era que el minarete midiera más de 60 metros, aunque en realidad mide 44,3 metros. Mi viaje a Rabat coincidió con la visita del Papa Francisco, así que la Torre Hassan estaba cerrada el domingo porque estaban desmontando el evento del día anterior. En la foto puedes ver las sillas doradas que colocaron para los asistentes a la misa multitudinaria. ¿No te recuerda esta torre a la Koutoubia de Marrakech o a la Giralda de Sevilla?
Mausoleo de Mohammed V, un lugar histórico que ver en Rabat en 2 días
Junto a la Torre Hassan se encuentra también el Mausoleo de Mohammed V (fallecido en 1961) y las tumbas de sus hijos, el príncipe Moulay Abdellah (murió en 1983) y el rey Hassan II, que falleció en 1999. Como está en el mismo recinto que la Torre Hassan, tampoco pude entrar porque estaba cerrado por la visita del Papa. ¡Una pena!
Necrópolis de Chellah, un descubrimiento que ver en Rabat en 2 días
Caminar para ver bien una ciudad está bien, pero a veces no hay que forzar. Desde el Mausoleo de Mohammed V decidí subir a pie hasta la Necrópolis de Chellah. Unos 30 minutos de caminata de subida que en Petit Taxi cuesta alrededor de 12 dirhams (1,10€). Mi decisión de ir caminando era por conocer esta zona menos turística de la ciudad, pero no compensa. Realmente sólo verás Embajadas y Ministerios.
Chellah es una fortificación que alberga la antigua ciudad romana de Sala, con ruinas como un foro, un hammam, el capitolio, una mezquita, unos jardines…
Durante varios siglos fue abandonada hasta que se convirtió en necrópolis, donde están enterrados los primeros sultanes Merinides. Impresiona bastante encontrar esta mezcla de culturas fenicia, cartaginesa, romana y árabe en un solo lugar.
Antes la entrada costaba 10 dirhams (0,9 €) y ahora la han subido a 70 (6,5 €). Por cierto, jamás he visto tantas cigüeñas (ni siquiera en Alsacia). En total hay unos 75 nidos en el interior del recinto y otros 25 en el exterior junto a la muralla. Para mí es un imprescindible que ver en Rabat en dos días. No te vayas sin visitar Chellah.
Parque Hassan II
A veces hacer turismo te lleva a los sitios más remotos sin tú quererlo. Había leído que el restaurante del Hotel Sofitel estaba muy rico y tenía precios asequibles para la calidad que ofrece. Pues bien, cogimos una bici-taxi por 30 dirhams (2,8 €) para un corto tramo, llegamos al hotel y el menú buffet al principio entendí que eran 42 dirhams y me pareció estupendo, pero faltaba añadirle un cero al final, 420 dirhams (39 €).
Para ser Marruecos, nos pareció carísimo y nos fuimos. Como no había nada en esa zona, tuvimos que volver caminando por la misma calle por la que habíamos ido en bici-taxi (todo muy lógico como puedes ver). El caso es que pudimos ver el Parque Hassan II, parecido al Parque Juan Carlos I de Madrid, con muchas zonas verdes, sitios para hacer patinaje, skate, etc.
Palacio Real por fuera (Dar-al-Mahkzen)
En el camino de vuelta, aparte de ver el Parque Hassan II, pudimos ver la muralla del Palacio Real. Dentro hay una pequeña ciudad, con una gran mezquita, varios edificios gubernamentales, la plaza Mechouar y amplias avenidas.
Para acceder, tendrás que dirigirte a una de las puertas laterales, donde te pedirán el pasaporte y, una vez apuntados tus datos, podrás entrar. Lamentablemente, al interior del Palacio Real no se puede entrar.
Dónde comer en Rabat
Durante mi viaje por Rabat en dos días, probé un par de restaurantes locales que me encantaron. Mi plato favorito es la pastela (ellos la escriben Pastilla) y, cómo no, la pedí en los dos sitios. ¡Me entra hambre de pensarlo!
Dar El Medina
Situado en plena medina, en el Souk Sebbat, este restaurante se encuentra en un oasis en medio del caótico zoco. Aquí pedimos una pastela de marisco, un couscous de pollo y verdura, una botella de agua grande y patatas fritas por 220 dirhams (20,3 € dos personas). Lo que más me gustó fue el couscous.
Dar Naji
Muy cerca de la puerta Bab El Had se encuentra mi restaurante favorito en Rabat. Precios muy económicos, decoración con mucho gusto y música árabe de fondo. La relación calidad-precio es excelente. Aquí pedimos una pastela de pollo, un tajine de carne y verduras, brochetas mixtas de carne y una botella de agua grande por 147 dirhams (13,5 € dos personas).
Dónde dormir en Rabat
Como te comentaba al principio, yo me alojé en un riad en Salé. En esta zona los alojamientos son más baratos y además te da la oportunidad de hacer el paseo en barca hasta Rabat, ver la Kasbah desde fuera y de paso conocer Salé.
Pero si tienes poco tiempo, te recomiendo dormir en uno de los mejores riads en Rabat para ahorrarte los desplazamientos. Uno de mis favoritos es Dar Shâan, que tiene piscina y una ubicación inmejorable.
Hasta aquí toda la información sobre los imprescindibles que ver en Rabat en dos días, espero que te haya sido útil y te anime a preparar tu escapada a la capital marroquí. ¡Salam aleikum!
Antes de terminar, te dejo por aquí unos artículos sobre Marrakech que estoy segura de que te servirán para seguir organizando tu escapada por Marruecos:
Muy interesante con una descripcion derallada de lugares que uno pasaria sin verlos y poder disfrutar. El cementerio es sumamente interesante su descripcion. Gracias por este regalo.
Buenos días! La verdad que me encanta perderme por sitios menos turísticos. El cementerio de Salé es súper recomendable, fue un gran descubrimiento. Yo estoy encantada de compartir con vosotros estos lugares y que podáis conocerlos. Gracias a ti por comentar y por leerme.
Paula